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PIEL ATÓPICA – PIEL REACTIVA

  La piel atópica es una inflamación superficial de la piel que cursa con enrojecimiento, edema (hinchazón causada por líquido), formación de vesículas (ampollas), descamación y picor intenso. Muy frecuente sobre todo en la infancia.

 PIEL DEL NIÑO

 Su principal función es la función barrera, previene la deshidratación y la introducción de sustancias externas.

  Por otro lado, evita las infecciones, ofrece resistencia a las agresiones externas, nos protege frente a los rayos UVA, y nos ayuda a controlar la temperatura corporal.

  El recién nacido tiene una piel inmadura con deficiencias en éstas funciones. A los 6 años es cuando se considera una piel similar a la de un adulto.

 DERMATITIS ATÓPICA

  La dermatitis atópica se caracteriza por un déficit en la producción de ceramidas en la piel, su función barrera queda disminuida, produciendo inflamación, picor, sequedad y enrojecimiento en la piel.

  El proceso se agrava con el rascado, aumentando la inflamación y añadiendo al proceso riesgo de sobreinfecciones.

  El origen inicial, une deficiencias del sistema de defensa natural (Sistema inmune), herencia genética y factores externos como infecciones anteriores, presencia de alergenos) que producen rebote en la piel, tanto tópicos, que actúan directamente sobre la piel, como de intolerancia alimentaria.

 TIPOS DE DERMATITIS ATÓPICA

 Se clasifican según la evolución, que corresponden con la edad de aparición en general:

 – Dermatitis atópica del lactante: Aparece entre los 6 meses y los 2 años de vida. Las lesiones se concentran en la cara.

 – Dermatitis atópica infantil: Aparece a partir de los 2 años, las lesiones aparecen ya en la parte interna de codos y rodillas (zonas flexurales)

 – Dermatitis de adolescente y adulto: Aparece en la pubertad, las lesiones son placas de liquenificación debido al rascado. Las zonas mas frecuentes son la nuca, dorso de pies y manos, zonas de flexión de muñecas y extremidades.

 MANIFESTACIONES CLÍNICAS  Y COMPLICACIONES

 En esencia, la dermatitis atópica, es un cuadro de sequedad y picor constante, tanto en momentos de brote como en los periodos ínter-brote.

 La duración del brote de la aparición de complicaciones, lo más normal son las infecciones bacterianas (sobreinfecciones,  alteración del sistema inmunológico lo favorece.

 Por otro lado, es común la “triada”, unión a la dermatitis, de una rinitis alérgica y asma.

 TRATAMIENTO DE LA DERMATITIS ATÓPICA

  Los se trabajan desde varias áreas, así tenemos:

 – Tratamientos o medidas preventivas:

  Podemos hablar de medidas de prevención primaria, como es el mantener en el tiempo la lactancia materna durante los cuatro primeros meses de vida, con ello conseguimos un nivel de defensas importante en el bebe, y posteriormente introducir los distintos grupos de alimentos tardíamente y poco a poco (introducción selectiva).

 Como medidas de prevención secundaria, incluimos medidas higiénico-sanitarias intentando evitar el brote y sus posibles complicaciones, como por ejemplo:

  •    Temperaturas elevadas,
  •    Ropas de abrigo excesivas, evitar la sudoración.
  •    Baja humedad ambiental
  •    Evitar el contacto directo con plásticos, gomas…
  •    Evitar los estados de estrés

 –  Tratamiento coadyuvante:

  Cuya función es conseguir confort y mayor espacio ínter-brote, es decir reducir el prurito y  restaurar la barrera cutánea. Es por ejemplo interesante los siguientes consejos:

  •   Baños mejor que ducha, de máximo 15minutos, con agua templada y uso de productos emolientes (relajantes, suavizantes y antiinflamatorios) como por ejemplo baños coloidales de avena.
  •   Uso de Syndet (detergentes sin jabón), menos agresivo, en el baño.
  •   Buena hidratación posterior al baño con aceites esenciales y/o cremas emoliente (de ácidos grasos o ceramidas), especificas para el área corporal y facial. Éstas no deben incorporar perfume (altamente alergeno), ni conservantes. La hidratación es aconsejable como mínimo dos veces al día (aprovechando para realizar masajes relajantes), siempre evitando las lesiones activas.

 – Tratamiento farmacológico:

  Se considera un tratamiento sintomático, dirigido a evitar el prurito, irritación de la piel, y también en actuar sobre la aparición de placas e infecciones.

 Pomadas de sulfato de cobre y permanganato potásico: Que ayudan a la cicatrización y evitan las infecciones posteriores, en casos de eritemas (rojeces) con abultamiento y líquido en su interior (exudación)

 ● Antihistamínicos: Para evitar el picor, en general por vía oral, no muy indicada la vía tópica

 ● Corticosteroides tópicos: El tratamiento más eficaz La utilización de corticosteroides sistémicos en ciclos cortos se reserva para los casos agudos o de gran extensión corporal.

 En casos graves o con resistencia al corticoide tópico se usan corticoides por vía oral

 ● Inmunosupresores: En principio de uso tópicos como ciclosporina o tacrólimus Mas efectivo)

 CONSEJOS RESUMEN

 1. Baño diario de máximo 15 minutos

 2. Utilizar gel de ducha no irritante, sin jabón (Syndet). No usar esponjas ni manoplas

 3. Secar suavemente, sin frotar (a toques)

 4. Hidratar con la piel todavía humedecida

 5. Emplear productos emolientes, hidratantes, relajantes sin perfume, sin alcohol, sin  conservantes (hipoalergénico)

 6. Tratar las zonas mas enrojecida y con mas picor solo con medicamentos y coadyuvantes específicos

 7. Usar ropa de algodón y tejidos naturales

 8. Evitar el frío, la sudoración excesiva, así como los cambios bruscos de temperatura.

 9. Mantener las uñas cortas y limpias

 10. Mantener una hidratación constante para ayudar a la reestructuración de la barrera cutánea

 11. Favorecer la exposición al sol

 12. En piscinas , después del baño aclarar bien el agua clorada y secar cuidadosamente